En función de el tipode problema que
vayamos resolver con la ayuda del letrado, es fundamental escoger al
hombre correcto. Algo tales como la especialización y la experiencia del
abogado en los asuntos que nos atañen, como un contrato, resultan fundamentales para la
adecuada resolución de un suceso particular.
Seleccionar un letrado es, después de seleccionar un doctor, un tema de altísima importancia.
Probablemente
el símil más evidente entre doctores y abogados sea en el derecho
penal. Esto es, cuando la persona que contrata el servicio corre un
cierto riesgo de ingresar en prisión o si pretende esta severa pena para
otra persona. Del ingenio del abogado depende la libertad del cliente,
de igual manera que de la habilidad del que sujeta el bisturí, la salud
del enfermo.
Al contratar a un
bufete, algunos preferirán la oratoria y otros la discreción. Esto es
algo que varía de persona a persona. Pero especialmente, debemos tener
fehaciente constancia de que se asignaráa nuestro asunto –indudablemente
el más importante del mundo, a ojos
del cliente –el tiempo necesario. Sin prisas, entregando documentos sin
las clásicas prisas del día en que finalizan los plazos.
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